La Oculta Violencia Que
No Habla
“El Atajo” de Lydia
Carreras
Este interesante escrito de Lydia Carreras titulado “El Atajo”, trata de
una joven adolescente llamada Candela que tiene ciertos conflictos con su mamá
biológica por su nuevo padrastro, el cual tiene muy mala relación. Tras esto,
la joven sufrió percances donde sería capturada y maltratada de múltiples formas.
En este texto de opinión hablaré sobre las malas relaciones entre los
padres e hijos, y mi opinión sobre esto. ¿Por qué hay malos tratos en la
familia? ¿Cómo debemos actuar ante esto? ¿Qué efectos puede producir en el
adolescente? ¿Cómo prevenirlo?
Para empezar, definamos qué es esta violencia familiar o doméstica: “es
la ejercida en el terreno de la convivencia asimilada, por parte de uno de los
miembros contra otro, contra algunos de los demás, o contra todos ellos”. No
hace falta destacar que es algo grave, y que lamentablemente sucede reiteradas
veces en las familias.
Debemos tener sumo cuidado con estas situaciones, porque a veces no nos
damos cuenta que las sufrimos o las estamos ejerciendo. En un abrir y cerrar de
ojos, puede traer graves consecuencias, como lo sucedido en el escrito de Lydia
Carreras, que es basado en hechos reales. Esta violencia no es siempre física,
puede ser verbal, emocional, psíquica o espiritual, dependiendo desde el lado
que lo mires.
Pero, ¿Por qué la violencia doméstica causa tanto daño? Pues, una persona
que medianamente sale de su casa, tiene vida social, un trabajo, un estudio o
actividades extracurriculares, siempre tratará de dar lo mejor de sí, nunca
será él mismo al 100%; estará buscando destacarse constantemente, atento a que
le salgan bien las cosas. En cambio, cuando la persona llega a su casa, está
más relajado, es el lugar donde puede ser él sin que lo juzguen, sin la
obligación de seguir sobresaliendo, y sin estar atento a que sus cosas salgan
bien; es el lugar donde puede salir de su faceta social. El problema que planteo
en esta tesis está acá. Imagínense a una persona que, luego de una larga
jornada social o laboral, sobretodo en adolescentes como Candela, se tenga que
enfrentar a situaciones de violencia doméstica en el lugar donde se supone que
debe estar cómoda, donde se supone que es su refugio. Sin dudas, las
consecuencias en el sujeto serían gravísimas.
Desde mi experiencia personal, he tenido varias situaciones misionando
con mi parroquia en hospitales, donde me encontraría con muchos jóvenes. Espero
que no les sea de sorpresa que he hablado con personas heridas por tratar de
suicidarse, sobre todo por la falta de amor y violencia doméstica que sufrían
en sus casas u hogares. En mi opinión, considero este tema como muy importante,
del cual todos debemos hablar, más que nada por la gran cantidad de casos de
este estilo. Es sorprendente lo poco que se habla de estas situaciones.
Generalmente las que más llaman la atención son las violencias físicas, ¿Pero
qué pasa con las verbales, emocionales, psíquicas y espirituales? Cuando una
persona amenaza a otra con un cuchillo aparecen todos los informativos y redes
sociales, pero no los veo cuando en una casa, hay violencia verbal contra un
niño o adolescente.
Debemos cambiar esta situación, son muchos los casos pero pocos los que
lo expresan y dan a conocer. Nunca duden en denunciar estas violencias. Juntos
podemos hacer un mundo mejor. Tratemos de ponernos todos de un mismo lado
contra la violencia, el malvado no debe ganar, porque si no se tratan estas
situaciones, como en el caso de Candela, puede desencadenar consecuencias mucho
mayores.
Comentarios
Publicar un comentario