El Dios de la Autorrealización - "El Milagro Secreto" de Jorge Luis Borges.

 

El Dios de la Autorrealización

“El Milagro Secreto” de Jorge Luis Borges

Por Juan Pablo Dacca

 

El cuento escrito por Borges, “El Milagro Secreto”, nos sumerge en la historia de un judío llamado Hladík, que en el transcurso de los hechos, es arrestado y condenado a muerte en manos del ejército nazi, durante la Segunda Guerra Mundial. El protagonista cae en la suerte de correr este destino debido a que unos de los jefes de este régimen lo consideran como un escritor judaizante. Su fusilamiento serviría de ejemplo para el resto de los intelectuales judíos.

            Hladík, que como les mencione, es escritor, en sus días previos a ser ejecutado, pensaba en su obra que iría a quedar inconclusa titulada “Los Enemigos”. Él desearía poder terminarla, y ahí se pone en juego su fe. El judío acude a Dios en su última noche de vida para pedirle que le conceda un año más viviente para terminar la obra que tanto anhelaba finalizar. Esa noche sueña que se encuentra en una biblioteca, buscando la Letra secreta de Dios. Un escriba le dice que está en uno de aquellos 400.000 tomos, pero que nadie la ha hallado. Alguien llega y devuelve un Atlas, con un mapa de India dentro. Hladík lo abre, apoya su dedo sobre una letra y una voz le indica que su plazo ha sido concedido.

            El cuento destaca a la India como el lugar donde Hladik encuentra a Dios en su sueño. Siguiendo la interpretación de Barrenechea, este país se erige como una poderosa metáfora del universo, caracterizado por su vastedad y aparente caos. Esta imagen del mapa de la India que encierra "todas las formas posibles que abarcan la mente de Dios y además su clave todopoderosa" conecta directamente con la idea borgeana de la biblioteca infinita, símbolo de la totalidad del conocimiento y la complejidad del cosmos. Dios, en este contexto, se manifiesta no en un lugar sagrado tradicional, sino en la representación cartográfica de un espacio inmenso y diverso.

            Acá entra en juego una pregunta crucial para la historia: ¿Realmente qué logra Hladík completando su obra? Es una pregunta difícil de responder, más que nada por su ser secreta. Acá entramos en papel dentro de la Torá. En los Libros Sagrados, sabemos y nos da a entender Dios, que a lo que estamos llamados cada uno de los humanos, es a ser plenamente lo que uno ya es; a poder autorrealizarse y lograr el propósito único que tenemos en la vida. Esta simbología de completar su obra que se nos presenta, muestra como, en realidad, Hladík se está autocompletando, está logrando lo que está llamado a ser, y únicamente se logra con la ayuda y misericordia de Dios.

            A su vez, y creo importante destacar, que se pone en juego la intertextualidad borgena que tanto le representa. Se pone en diálogo con su cuento titulado “Emma Zunz”. La protagonista de este (como ya lo he hablado en mi texto argumentativo sobre este cuento) no logra estar hecha consigo misma. La muerte de su padre la impulsa a poder autorrealizarse, y lograr ser la que ella ya sería.

            Desde la experiencia personal, usando la visión cristiana que tanto me representa como escritor y crítico, les aseguro desde ya que este tipo de milagros existen. Espero que no les sea de sorpresa que he conocido personas que han experimentado situaciones similares; el mundo exterior sigue su curso, mientras que a la persona se le abre un paréntesis interno en el tiempo. Ese “Dios de los siglos y el tiempo” que tanto hace alusión Borges, es real. Solo depende de tu fe y entender que realmente el que ganó la batalla es Hladík y no los nazis.

 

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